Emocional

¿Qué hacemos con las emociones?

POR FELIPE BOLAÑOS

Psicólogo UC

INTELIGENCIA EMOCIONAL

¿Qué hacemos con las emociones?

HABLEMOS DE EMOCIONES

Las emociones son la respuesta que tiene nuestro cuerpo y mente ante algún evento. Podemos sentir nuestra garganta apretada cuando algo nos entristece, o el ceño fruncido cuando algo nos molesta o enoja. Con estas señales, nuestra mente puede colocarle nombre a lo que nos sucede: “estoy triste”, “enojado”, “feliz”, entre otras.

A lo largo de nuestras vidas experimentamos diversas emociones, algunas pueden ser más gratas de sentir que otras. Nos podemos emocionar por diversas cosas: con alguna película, con algo que nos dijo un familiar o amigo, con algo que vemos en la calle, y así un sinfín de situaciones, tan variadas como personas en el mundo.

Sin embargo, a veces nos puede resultar difícil decir lo que nos pasa, y optamos por utilizar alguna muletilla. ¿Has dicho alguna vez que algo que te sucedió te da “lata” o que lo encuentras “fome”?

Estas expresiones son muy comunes en nuestro país y pueden ser muy útiles para “salir del paso” cuando no queremos profundizar en lo que nos pasa. Pero también pueden llevar a que evitemos lo que realmente nos sucede. Piensa en la última vez que dijiste que algo te daba lata o era fome: ¿qué estabas realmente sintiendo?

Reconocer y enfrentar nuestras emociones puede ser difícil; nuestro cuerpo nos puede ayudar a identificar qué es lo que nos sucede, pero el desafío está en comunicarlo de manera clara.

Hablar de lo que nos sucede emocionalmente es importante ya que nos permite conocer lo que nos pasa, y también que otros puedan entendernos de mejor manera, prestando ayuda si es necesario.

¡Hablemos de emociones con sus nombres reales!

¿QUÉ HACEMOS CON LAS EMOCIONES?

A veces podemos experimentar emociones que no son gratas para nosotros; incluso podemos llegar a tomar decisiones o actuar de formas que no queremos realmente. Las emociones difíciles nos pueden “nublar” o confundir sin saber qué hacer o cómo hacer algo.

Lo más recomendado cuando se tienen emociones difíciles es darse un tiempo para pensar y después expresar. Puede sonar sencillo, pero si estamos confundidos con nuestro estado emocional, resultará todo un desafío.

Para esto, nos puede resultar útil seguir los siguientes pasos:

Reconocer: es importante ponerle el nombre que corresponde a lo que estamos sintiendo, como “tengo pena” o “rabia”. Evita muletillas como “tengo lata” porque te harán desconectarte de tus emociones.

Aceptar: es importante aceptar lo que nos sucede. Concéntrate en el aquí y ahora, respira hondo y permítete sentir lo que estás experimentando. Puede no ser grato, pero es un paso necesario.

Investigar: con calma, intenta entender por qué te sientes así. Algunas preguntas que te pueden ayudar: ¿ocurrió algo puntual? ¿Qué pensamientos asocias a esta emoción? ¿Hay algo que necesites?

Nutrir: finalmente, haz algo que te ayude a sentirte mejor, que disfrutes haciendo; puede ser leer, escuchar música, caminar, o pintar. Ponerte en contacto con familiares o amigos también puede ayudar.

Ten en cuenta que cargar con las emociones que nos afectan por mucho tiempo, puede traernos problemas a nuestra salud mental y física. Comenzar un proceso terapéutico con algún profesional de la salud mental también puede ser beneficioso si crees tener dificultades para reconocer, expresar y/o controlar tus emociones.